Impuesto sobre el aceite de Palma: han entendido nuestro llamamiento y la Asamblea Nacional ha modificado el borrador de la ley.

En Enero, el Senado francés aprovechando el voto de la ley sobre la biodiversidad aprobó un impuesto sobre el aceite de palma para empujar a los industriales a que la cambien por otras materias grasas. El 17 de marzo, la Asamblea Nacional redujo significativamente el importe de este impuesto, y decidió no aplicarlo a los aceites de producción sostenible certificada.

Alain Rival correspondiente del Cirad para el sector del aceite de palma, ocupando su cargo en Yakarta (Indonesia) ha formulado, en un artículo muy bien detallado publicado en la edición de Abril de la revista "Pour la Science", sus puntos de vista objetivos sobre los principales aspectos de este aceite totalmente natural pero muy controvertido, y las consecuencias que hubiera podido causar esta nueva ley si no hubiera sido retocada.

Considerando la salud, el consumo francés del aceite de palma tan solo es de un kilogramo por año y por persona que hay que comparar con los 60 kilogramos de grasas consumidas en total. Este aceite es rico en ácidos grasos saturados pero la mantequilla, los productos lácteos y los embutidos los contienen en una misma cantidad. Gracias a que se presenta en una forma medio solida en los países con clima templado, su utilización es imprescindible en la fabricación de algunos productos alimentarios como la margarina y permite evitar emplear grasas parcialmente hidrogenadas cuya nocividad ha sido demostrada desde hace muchos años.

Considerando el medio ambiente, la deforestación causada por las plantaciones de palma de aceite también tiene que ser relativizado lo que no impide ser vigilante. En efecto, ‘‘En Indonesia, 21 millones de hectáreas han desaparecido entre 1990 y 2005 mientras que 3 millones de plantaciones de palmas han sido creadas’’. La palma de aceite es la especie oleaginosa la más productiva en el mundo y permite así reducir de manera considerable la utilización de las tierras cultivables, es una fuente de lípidos indispensable y barata para las poblaciones de numerosos países en desarrollo.

Hoy, el sector ha puesto muchos esfuerzos en la certificación de la durabilidad y ha creado una mesa redonda, RSPO (Roundtable for Sustainable Palm Oil), agrupando a varios actores. Esta mesa redonda ha puesto en marcha un pliego de condiciones sobre el respecto del medio ambiente, de las poblaciones locales, las condiciones de trabajo en las plantaciones así como el manejo del cultivo.

El proyecto de ley hubiera podido cuestionar este proceso si no hubiera sido modificado por la cámara de los diputados siguiendo la posición del Cirad sobre la implementación de las políticas públicas y también fiscales que favorecen los productores implicándose en una certificación de sostenibilidad. El objetivo es de superar los 20% de producción certificada para alcanzar más de un 50%.